AMLO: NADAR DE MUERTITO


"AMLO no parece estar preocupado por hacer un ejercicio autocrítico con sus seguidores sobre sus errores en la campaña."

Tema: El nuevo papel de López Obrador
Actores:
Andrés Manuel López Obrador
Felipe Calderón


El ex candidato presidencial de la Coalición "Por el Bien de Todos", Andrés Manuel López Obrador (AMLO) volvió hace unas semanas a la escena pública con su programa pagado en TV Azteca: "La verdad sea dicha".

Allí, se ha hecho burla del Presidente actual (Calderón) de una manera, en mi opinión, nunca vista en la televisión mexicana, aunque el horario (una de la mañana) y las supuestas restricciones que TV Azteca ha puesto la señal, han hecho que, en realidad, no tenga un impacto masivo.

A esto hay que sumar que lo que dice AMLO ya no es usualmente retomado por los noticiarios ni por muchos diarios, en parte tal vez porque se considera que no hay nada "novedoso" o "noticioso" y en parte, seguramente también, por intención política.

Sea como sea, "la verdad" es que la figura del tabasqueño no ha pesado mucho en la opinión pública desde el inicio del nuevo sexenio, al menos de manera directa, aunque esto también se explica por el intenso desgaste de su imagen, generado no sólo en sus detractores, sino hasta en sus seguidores.

En este periodo, de parte de la izquierda, han sido los legisladores los que más han atraído la atención, con sus posturas (algunas mucho más conciliadoras y propositivas que las expresadas por AMLO)sobre los temas que les competen directamente, como el Presupuesto, la "desaparición de poderes" en Oaxaca y otros de la agenda nacional.

Por su parte, el Presidente Felipe Calderón ha tratado de reflejar optimismo al explicar la "percepción" del inicio de su Gobierno y puede que tenga razón.

Esto dijo en su primer conferencia de prensa:

"En los estudios de opinión que he podido ver en algunos medios, hay una valoración positiva de lo que se ha hecho, desde luego, nunca podremos darnos por cumplidos y plenamente satisfechos, pero me siento contento. Siento que vamos bien, que México está en orden y que está en paz."

Sin embargo, más allá de la "percepción", el propio Calderón sabe que el escenario puede tornarse "adverso" con situaciones como los incrementos en el petróleo y en la tortilla, como el mismo admitió, apenas un día después de su declaración optimista:

"Los grandes retos que enfrentamos en materia económica, especialmente derivados de circunstancias internacionales adversas que tenemos que enfrentar, como lo son la baja en el precio del petróleo, o el alza de los productos agrícolas, nos obligan a redoblar todos nuestros esfuerzos. Por muy adversas que sean las circunstancias ni México ni su Gobierno se van a doblegar ante ellas.."

Y es justamente con esas "adversidades", que AMLO estará esperando crecer en popularidad.

Sentado, (así como ha aparecido en sus programas televisivos) AMLO sólo tiene que esperar los errores y debilidades de Calderón para criticarlo y ganar popularidad.

Por lo visto, AMLO no parece estar preocupado por hacer un ejercicio autocrítico ante sus seguidores sobre sus errores en la campaña. En realidad, ahora sí puede "sentarse en sus laureles" (como hizo errónameante en una parte importante del proceso y pagó a todas luces el costo) ya que no necesita arriesgar nada, sino sólo esperar.

A diferencia de AMLO, Calderon sí está obligado a mucho. El panista tiene nada menos y nada más la tarea (por demás imposible) de ser un Presidente casi "perfecto", un Gobierno que no tenga errores.

Las circunstancias de la elección, en donde el propio Tribunal Electoral señaló que el Gobierno "puso en riesgo" el proceso con una alta injeferencia ilegal, y en donde el resultado oficial demostró una competencia cerradísima, hacen que Calderón esté "de facto" obligado a ganarse mientras va gobernando el respaldo social amplio que en toda democracia consolidada suele ganarse en las urnas.

Los motivos de rezago social por los que AMLO probablemente obtuvo muchos votos, hacen también que Calderón esté obligado a cumplir no sólo todas sus promesas de campaña, sino incluso las del propio tabasqueño, cumpliendo su famosa frase de "rebasar por la izquierda".

Sin embargo, como hacer eso, un Gobierno "perfecto", es totalmente imposible, Calderón (tal como Fox ) parece estar más enfocado en generar la "percepción" de un buen Gobierno que de un buen Gobierno en sí, que irremediablemente tendrá que tener errores.

Pero Calderón no debe confiarse. AMLO sólo estará esperando. Un error garrafal de Calderón puede de golpe hacer volver al perredista a niveles altos de popularidad como varias veces lo vimos "renacer" el sexenio pasado.

Y es que Calderón deberá tener sensibilidad social y entender que la mejor propaganda son los hechos reales (aunque puedan incomodar a intereses creados) y no sólo spots.

Calderón deberá entender, por ejemplo, la importancia, en un país como el nuestro, del precio de la tortilla y de buscar alternativas a esa situación con rapidez y no "paso a pasito" como fue su primera respuesta a las amas de casa que se quejaron ante él por la situación.

Porque el que va "paso a pasito", puede ser rebasado de repente, si el que "nada de muertito" se encuentra un día con una buena "corriente".

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